Guerra de movimientos: Alemania pretendía obtener
una rápida victoria fundada en la superioridad de su ejército. Por
ello idearon un plan llamado Sctilieffer, con el fin de llegar a Francia por la
frontera de Bélgica, hasta París la capital de Francia, para
luego marchar hacia Rusia. Sin embargo, Alemania no pudo concretar su
estrategia ya que por el frente oriental Rusia lo
atacaba, teniendo así que dividir su ejército para enviarlo a
defender esa frontera, debilitando su ejército. La resistencia puesta en la
batalla de Marne determino que el frente de batalla occidental se estabilizara,
lo que origino un cambio de estrategia.
Guerra de
trincheras: Desde septiembre de 1914 y
hasta prácticamente el final de la guerra el frente occidental se
estabilizó provocando un sistema de
guerra defensivo conocido como las trincheras, que eran zanjas cavadas desde
el mar del norte hasta la frontera Suiza, lo que se tradujo en línea fija de
combate.
En 1916 ambos
bandos intentaron romper el equilibrio en la batalla de Verdun la cual duro
alrededor de 6 meses provocando miles de bajas y sin
causar ningún cambio estratégico.